Los vehículos necesitan consumir combustible para superar la resistencia a la conducción, ya que el combustible es la única fuente de energía. Por lo tanto, la resistencia a la conducción debe reducirse para ahorrar combustible.
Existen 5 tipos de resistencias a la conducción los cuales son la inercia, gravedad, resistencia al aire, fricción mecánica y resistencia a la rodadura de las llantas.
La mayoría de las personas tienden a ignorar la quinta resistencia a la conducción: resistencia a la rodadura de los neumáticos. Sin embargo, en realidad es la tercera resistencia más grande que afecta el consumo de combustible. Cuando un camión en buenas condiciones viaja a una velocidad de 80 km/h en una carretera pavimentada, bajo carga y presión estándar, aproximadamente el 26% de su potencia se utiliza para superar la resistencia a la rodadura de los neumáticos. Por lo tanto, no se puede ignorar el efecto de la resistencia a la rodadura de los neumáticos en el consumo de combustible.
Con cada rotación de la rueda, la llanta se deforma debido a la carga. Dado que tanto el caucho como el aire interno son flexibles, el neumático estará sujeto a compresión y expansión repetidas al rodar. Todos estos procesos necesitan consumir una cierta cantidad de energía. Parte de la cual se convierte en calor y aumenta la temperatura de las llantas. Esta pérdida de energía se conoce como resistencia a la rodadura de los neumáticos.
¿Cómo reducir el combustible?
- Elija neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
- Mantenga la presión adecuada de los neumáticos.
- Mantenga la alineación adecuada de las ruedas.
- Evite la sobrecarga para aumentar la vida útil de los neumáticos y mejorar la eficiencia del combustible.